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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Los libros fantásticos que vuelan del Mr. Morris Lessmore


The fantastic flying books of Mr. Morris Lessmore o Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Lessmore, de sus creadores William Joyce y Brandon Oldenburg, es la otra película muda distinguida en la última entrega de los Oscar 2012.
El cortometraje, Inspirado por acontecimientos como por el huracán Katrina, el personaje central de la historia se creó en homenaje al actor de cine mudo Buster Keaton.
 

 
 
Un deleite para la  imaginación de un mundo donde los libros vuelan, y nos hacen pensar que  los  libros leídos nos invitan a ser parte de su historia.

Derecho a releer

Según Daniel Pennac presentamos "Los 10 derechos del lector", uno por uno, alli vamos llegando al 4: el derecho a releer.



 
Típico de los niñ@s cuando piden el mismo cuento una y otra vez y nunca se cansan. Es que  en la repetición se aprenden el hilo de la historia y por muchas repeticiones aprenden a predecir lo que se viene, además se familiarizan con los nombres y la naturaleza de los personajes. En conclusión, hace su labor de niño. ¡Paciencia!
 
Daniel Pennac: "Releer lo que me había ahuyentado una primera vez, releer sin saltarme un párrafo, releer desde otro ángulo, releer por comprobación, si... nos concedemos todos estos derechos. Pero sobre todo releemos gratuitamente, por el placer de la repetición, la alegría de los reencuentros, la comprobación de la intimidad.
"Más, más", decía el niño que fuimos... Nuestras relecturas de adultos participan de ese deseo: encantarnos con lo que permanece, y encontrarlo en cada ocasión tan rico en nuevos deslumbramientos."

lunes, 26 de noviembre de 2012

El conuco del tío conejo

Cuento: “El conuco del Tío conejo”
conuco del conejo“El conuco del Tío conejo”, uno de los cuentos mejor creados que he leído. De fácil lectura, sencillo, ameno y aleccionador, por su estilo y propuesta, creado con un realismo social que se trasluce en cada uno de sus personajes es una pieza literaria novedosa, una fabula sencilla con simpáticos personajes (el conejo, la gallina, el loro, el perro, el tigre, el zorro) que nos enseña acerca del buen actuar de nosotros mismos. Este cuento fue escrito por el gran escritor venezolano Arturo Uslar-Pietri.... considero que debe ser un libro de lectura básico para la enseñanza porque nos enseña sobre los matices y objetivos de la literatura.....Creo que pocos lo han leído. Descubrí este cuento como parte de la selección de cuentos que conforman una sección del libro "Cuentos hispanoamericanos" compilado por el periodista y escritor Eduardo Congrains Martin en 1970 del cual seguiré comentando. Los invito a leerlo y comentarlo. Trasluce en cada uno de sus personajes es una propuesta literaria novedosa, una fabula sencilla con simpáticos personajes (el conejo, la gallina, el loro, el perro ,el tigre, el zorro) que nos enseña acerca del buen actuar  de nosotros mismos.
Colaboración: Marcos Delfín 
 


viernes, 16 de noviembre de 2012

Cuento: "Arreglar el mundo.." por el Gabo

ARREGLAR EL MUNDO


Autor: Gabriel García M.

Amig@s les dejamos este cuento que nos da que pensar, si arreglamos al ser humano, arreglamos al mundo.


Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.

Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar, el científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo:
“como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamada calmadamente.
"Papá, Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".

Al principio el padre no creyó en el niño.
Pensó que sería imposible que a su edad, haya conseguido componer un mapa
que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones,
con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo.
Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible?
¿Cómo el niño había sido capaz?
–“Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?”
–“Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre.
Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.”

“Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

martes, 13 de noviembre de 2012

Tercer derecho del lector: a no terminar de leer el libro

Según Daniel Pennac presentamos "Los 10 derechos del lector", uno por uno, alli vamos llegando al 3: el derecho a no terminar un libro

Suspiros de alivio y paso a la aceptación... ese libro no me atrapó. Según Pennac, existiría una especie de química que no funciona entre la obra y nosotros lectores; historias repetidas, finales predecibles, el autor ya no me cae bien, n-razones. Sinceridad ante todo, la suerte del libro será un lindo librero, un resistente cajón  o caerá en alguna campaña-librotón.

Dejémos de leer ese libro, pero no dejemos de ser lectores.

Recomendable: "Matrimonio de sabuesos"


Tommy Beresford, queda desempleado y sin perspectivas de futuro al finalizar la Primera Guerra Mundial, se percata que la vida no es como él imaginaba. Tommy y Tuppence  son esposos; su vida cobra un interés inimaginable, ambos se hallan sin dinero y sin trabajo, pero ávidos de aventuras, es así que deciden fundar la “Young Adventures Limited”, colocando un anuncio en el periódico The Times, donde Tommy y Tuppence afirman "... hacemos de todo, vamos a cualquier parte..."
Los Detectives Blunt, Juntos, resolverán toda una serie de casos de una forma entretenida y con estilo propio.

El libro fue escrito en 1929 por Agatha Christie, Agatha Christie y se los recomiendo por la facilidad que tiene la autora para atraparnos con sus relatos.
Colaboración: Marcos Delfín


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cuento: "Un Niño" de Helen Buckley

 

Un niñ@
 
Una vez un niño fue a la escuela. El niño era bien pequeño. La escuela era bien grande.
Pero cuando el niño vió que podía caminar hacia el salón desde la puerta de la calle
se sintió feliz y la escuela ya no le pareció tan grande como antes.

Poco tiempo después, una mañana la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo -
- Bien – pensó el niño, porque le gustaba dibujar. Y podía hacer todas esas cosas: Leones y tigres,
gallinas y vacas trenes y barcos.
Así que tomó su caja de lápices de colores y se puso a dibujar.



Pero la maestra dijo:- ¡Esperen! ¡Todavía no es hora de comenzar!
Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora, dijo la maestra, hoy vamos a dibujar flores
- ¡Qué bien! Pensó el niño,
Porque a él le gustaba dibujar flores y  comenzó a dibujar flores muy bonitas con su lápiz rosa, naranja, y azul…


Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! Yo les mostraré cómo hay que hacerlas
- ¡Así! dijo la maestra, dibujando una flor roja con el tallo verde
- ¡Ahora sí! Dijo la maestra
- Ahora pueden comenzar.
El niño miró la flor de la maestra y luego miró la suya; a  él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero él no reveló eso. Simplemente guardó su papel  hizo una flor como la de la maestra: Roja, con el tallo verde.

Otro día
Cuando el niño abrió la puerta del salón
La maestra dijo:
- ¡Hoy vamos a trabajar con plastilina!
- ¡Bien! Pensó el niño
El podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: víboras y muñecos de nieve elefantes y conejos; autos y camiones…Y comenzó a apretar y a amasar la bola de plastilina...


Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! No es hora de comenzar
- Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora -dijo la maestra- vamos a hacer una víbora
- ¡Bien! – pensó el niño
A él le gustaba hacer víboras y comenzó a hacer algunas de diferentes tamaños y formas


Pero la maestra interrumpió y dijo:- ¡Esperen! Yo les enseñaré como hacer una víbora larga
- Así… – mostró la maestra
- ¡Ahora pueden comenzar!


El niño miró la viborita que había hecho la maestra y después miró las suyas.
A él le gustaban más las suyas que las de su maestra, pero él no reveló eso.
Simplemente amasó la plastilina, como hacía en su casa e hizo una víbora como la de la maestra.
Era una víbora delgada y larga.


De esta manera el niño aprendió a esperar y a observar y a hacer las cosas siguiendo el método de la maestra.

Tiempo más tarde él ya no hacía las cosas por sí mismo.
Entonces sucedió que el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad y el niño tuvo que ir a otra escuela.


Esta era una escuela mucho más grande que la anterior. También tenía una puerta que daba a la calle y un camino para llegar al salón. Esta vez había que subir algunos escalones y seguir por un pasillo largo para finalmente llegar a su sitio.

Y sucedió que justamente ese primer día que el niño estaba allí por vez primera
la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo
- Bien, pensó el niño
Y esperó a la maestra para que le dijera cómo hacerlo.
Pero ella no dijo nada. Solamente caminaba por el salón.
Cuando se acercó al niñolLa maestr a dijo: - ¿y tú no quieres dibujar?

- Si - dijo el niño, ¿y qué vamos a hacer? Añadió
- No lo sabré hasta que tú lo hagas - contestó la maestra
-
¿Pero cómo hay que hacerlo? Volvió a preguntar el niño
- ¿Cómo? dijo la maestra - De la manera tú que quieras –
- ¿Y de cualquier color? Preguntó el niño
- De cualquier color – dijo la maestra y agregó:
- Si todos hicieran el mismo dibujo usando los mismos colores
- ¿Cómo podría yo saber de quién es cada dibujo y cuál sería de quién?
- No sé… – dijo el niño
Y comenzó a dibujar una flor roja
con el tallo verde.

 

Un niño
Helen Buckley


Traducción de Luis Porter

lunes, 5 de noviembre de 2012

Derecho a saltarse páginas


Según Daniel Pennac presentamos "Los 10 derechos del lector", uno por uno, alli va...
 
 
El derecho a saltarse las páginas.-  si esas paginitas de texto poco atractivas, mas bien insoportables no te las quieres leer de todas formas; pues que no te gane la culpa y no te preocupes por migrar a a otras páginas de mayor atractivo para ti.
 
Total, en cuestiones de saltarse las páginas, queda a la intimidad entre el libro y tu. El deber de leer no va con nuestro anhelado placer librero, así que vale darse esa oportunidad.