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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cuento: "Un Niño" de Helen Buckley

 

Un niñ@
 
Una vez un niño fue a la escuela. El niño era bien pequeño. La escuela era bien grande.
Pero cuando el niño vió que podía caminar hacia el salón desde la puerta de la calle
se sintió feliz y la escuela ya no le pareció tan grande como antes.

Poco tiempo después, una mañana la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo -
- Bien – pensó el niño, porque le gustaba dibujar. Y podía hacer todas esas cosas: Leones y tigres,
gallinas y vacas trenes y barcos.
Así que tomó su caja de lápices de colores y se puso a dibujar.



Pero la maestra dijo:- ¡Esperen! ¡Todavía no es hora de comenzar!
Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora, dijo la maestra, hoy vamos a dibujar flores
- ¡Qué bien! Pensó el niño,
Porque a él le gustaba dibujar flores y  comenzó a dibujar flores muy bonitas con su lápiz rosa, naranja, y azul…


Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! Yo les mostraré cómo hay que hacerlas
- ¡Así! dijo la maestra, dibujando una flor roja con el tallo verde
- ¡Ahora sí! Dijo la maestra
- Ahora pueden comenzar.
El niño miró la flor de la maestra y luego miró la suya; a  él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero él no reveló eso. Simplemente guardó su papel  hizo una flor como la de la maestra: Roja, con el tallo verde.

Otro día
Cuando el niño abrió la puerta del salón
La maestra dijo:
- ¡Hoy vamos a trabajar con plastilina!
- ¡Bien! Pensó el niño
El podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: víboras y muñecos de nieve elefantes y conejos; autos y camiones…Y comenzó a apretar y a amasar la bola de plastilina...


Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! No es hora de comenzar
- Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora -dijo la maestra- vamos a hacer una víbora
- ¡Bien! – pensó el niño
A él le gustaba hacer víboras y comenzó a hacer algunas de diferentes tamaños y formas


Pero la maestra interrumpió y dijo:- ¡Esperen! Yo les enseñaré como hacer una víbora larga
- Así… – mostró la maestra
- ¡Ahora pueden comenzar!


El niño miró la viborita que había hecho la maestra y después miró las suyas.
A él le gustaban más las suyas que las de su maestra, pero él no reveló eso.
Simplemente amasó la plastilina, como hacía en su casa e hizo una víbora como la de la maestra.
Era una víbora delgada y larga.


De esta manera el niño aprendió a esperar y a observar y a hacer las cosas siguiendo el método de la maestra.

Tiempo más tarde él ya no hacía las cosas por sí mismo.
Entonces sucedió que el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad y el niño tuvo que ir a otra escuela.


Esta era una escuela mucho más grande que la anterior. También tenía una puerta que daba a la calle y un camino para llegar al salón. Esta vez había que subir algunos escalones y seguir por un pasillo largo para finalmente llegar a su sitio.

Y sucedió que justamente ese primer día que el niño estaba allí por vez primera
la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo
- Bien, pensó el niño
Y esperó a la maestra para que le dijera cómo hacerlo.
Pero ella no dijo nada. Solamente caminaba por el salón.
Cuando se acercó al niñolLa maestr a dijo: - ¿y tú no quieres dibujar?

- Si - dijo el niño, ¿y qué vamos a hacer? Añadió
- No lo sabré hasta que tú lo hagas - contestó la maestra
-
¿Pero cómo hay que hacerlo? Volvió a preguntar el niño
- ¿Cómo? dijo la maestra - De la manera tú que quieras –
- ¿Y de cualquier color? Preguntó el niño
- De cualquier color – dijo la maestra y agregó:
- Si todos hicieran el mismo dibujo usando los mismos colores
- ¿Cómo podría yo saber de quién es cada dibujo y cuál sería de quién?
- No sé… – dijo el niño
Y comenzó a dibujar una flor roja
con el tallo verde.

 

Un niño
Helen Buckley


Traducción de Luis Porter

4 comentarios:

  1. que mal la maestra arruino la creatividad del pobre niño

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    Respuestas
    1. Por ello es clave que los y las maestras esten preparad@s para responder a la gran tarea de formar a sus alumnos.

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    2. la creatividad del niño no la arruina solamente la maestra

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  2. EN EFECTO EL PAPEL DEL MAESTRO COMO GUÍA DEL APRENDIZAJE DEL ALUMNO, NO DEBE LIMITAR LAS CAPACIDADES DE ESTE.

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